¿Por qué no Latín y Matemáticas?

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En la edición del lunes 18 de noviembre, en la página de «Educación» de El País, se recoge, bajo el título «Bachilleres sin matemáticas», la opinión de un sector de economistas y matemáticos que se quejan de que en el anteproyecto de la nueva ley de educación, LOMCE, en la modalidad de Bachillerato de Ciencias Sociales y Humanidades, las Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales aparezcan como opcionales, mientras el Latín se recoge como obligatorio. Desde la Sociedad Española de Estudios Clásicos (SEEC), con más de 4000 socios, y la Sociedad de Estudios Latinos (SELat) compartimos la preocupación de los firmantes, así como de la Presidenta de Decanos de Economía y Empresas (CONFEDE), ante la posibilidad de que un futuro estudiante de Económicas pudiera no haber estudiado Matemáticas en el Bachillerato. De la misma manera que nos parecería difícilmente comprensible que un futuro estudiante de Lenguas, de Literatura, de Historia o de Derecho, entre otras, pudiera salir sin haber visto ni los más elementales rudimentos de Latín. Por ello, consideramos que la solución que se propone –hacer alternativos el Latín y las Matemáticas aplicadas– no resuelve la situación. Las Matemáticas aplicadas seguirían siendo una opción, exactamente como ahora, mientras el Latín perdería el estatuto de materia obligatoria que la LOMCE le reconoce. La petición, por tanto, al menos tal y como está formulada, sólo representa una reducción en el estatuto del Latín, sin que mejore el de las Matemáticas.

Hay que buscar otra solución. Dentro de esta solución también debe tenerse en cuenta algo que no se dice en el artículo ni en la carta de la CONFEDE: hasta ahora, en la ESO, la Cultura Clásica, único contacto de muchos estudiantes con nuestro pasado y el de nuestra lengua, era una materia opcional de obligada oferta, estatuto que pierde en la LOMCE, donde pasa a ser una más de un grupo de numerosas optativas que no tienen que ofrecerse necesariamente. A cambio, aparecen materias como Ciencias aplicadas a la Actividad Profesional, Tecnología o Iniciación a la Actividad Emprendedora (es decir, materias respectivamente de Ciencias, de Tecnología y de Ciencias Sociales, sin ninguna de Humanidades), como un bloque en el que hay que elegir dos de tres. En otras palabras, se han convertido en materias de obligada oferta. Es decir, los Estudios Clásicos, que han perdido mucho en la ESO, se ven un poco recompensados en el Bachillerato, mientras los estudios relacionados con la Economía se ven muy beneficiados en la ESO sin que haya cambiado su estatuto en el Bachillerato. Por consiguiente, si se plantean los problemas de las materias y las áreas, hay que plantearlas en su conjunto, no sólo de un modo parcial. Hablando y negociando, creemos, es factible encontrar una solución. Esta solución, que, creemos, satisfaría a todos, podría ser recuperar para la Cultura Clásica su situación inicial y meterla en el grupo del bloque de optativas de obligada oferta, mientras en el Bachillerato Latín y Matemáticas aplicadas gozarían del mismo estatuto, a ser posible, ambas como obligatorias.

Jesús de la Villa
Vicepresidente de la SEEC