Reunión en el MEC 4.3.2013

7 Mar 2013

Reunión en el MEC 4.3.2013

El lunes 4 de marzo del 2013 tuvo lugar en el Ministerio de Educación una reunión entre el Vocal Asesor D.José Ignacio Sánchez Pérez y representantes de las entidades que están actuando conjuntamente en el proceso de elaboración de la LOMCE. Por la SEEC asistieron el Vicepresidente, D. Jesús de la Villa, y el Tesorero, D. José Francisco González Castro; por la SELAT asistieron su Vicepresidenta, Da. Isabel Velázquez, y el Secretario, D. David Puerta Garrido; por la AALG asistieron su Presidente, D. Laureano Plaza, y su Vicepresidente, D. Juan José Cienfuegos; por el Instituto de Estudios Humanísticos asistió su presidente, D. José Maestre.

La reunión había sido previamente solicitada por la AALG, duró dos horas y transcurrió en un clima extremadamente correcto y de la mayor amabilidad por parte del representante del MEC.

Los representantes de las asociaciones le fueron planteando al Vocal Asesor las preguntas y cuestiones que se consideran de la máxima importancia para la pervivencia de los Estudios Clásicos en la Enseñanza Secundaria. De forma resumida, son éstas:

  1. La necesidad de asegurar la viabilidad de la Cultura Clásica en la ESO haciendo de ella una materia obligatoria en 3º. Como mínimo, la previsión de que las materias específicas sean de obligada oferta.
  2. La conveniencia de que las materias de opción se agrupen en dos bloques, correspondientes a los dos ámbitos del Bachillerato: para Ciencias, Biología y Geología más Física y Química; para Ciencias Sociales y Humanidades, Economía más Latín.
  3. La absoluta necesidad de que los bachilleratos de Ciencias Sociales y Humanidades, que solo difieren en una asignatura: Matemáticas aplicadas / Latín, se agrupen en un único bachillerato de Ciencias Sociales y Humanidades, haciendo así viable la oferta de Latín en todos los centros en los que haya una opción de “letras”. Se insistió hasta la saciedad que esta petición es absolutamente crucial para el mantenimiento de los estudios de contenidos Clásicos en nuestro sistema educativo. Sin ello todas las otras peticiones carecen realmente de virtualidad.
  4. En el caso hipotético de que se mantuvieran las dos opciones de bachillerato, se considera que entre las materias de opción del bachillerato de Ciencias Sociales debe figurar el Latín, donde ahora solo figura, incomprensiblemente, el Griego, sin opción ninguna para el Latín.
  5. Entre las materias de opción del bachillerato de Humanidades, en el caso de mantenerse separado, y en el de Ciencias Sociales y Humanidades, si se unifican, la Literatura Universal debe pasar a 2º curso. De cursarse en 1º de bachillerato es una competencia directa para el Griego I y, por consiguiente, también bloquea el Griego II en 2º, que no puede cursarse sin haber cogido Griego I.

A todas estas cuestiones respondió el Vocal Asesor y hubo un intercambio claro de opiniones y argumentaciones. Tomó nota de todo, pero no se comprometió a introducir ninguna en el nuevo anteproyecto de LOMCE.

Expuso la filosofía general que subyace en esta ley: dejar una enorme libertad a las comunidades autónomas y a los centros para que configuren su propio currículum dentro del marco que establece la ley. No ocultó que en la idea del Ministerio está el hecho de que, al establecer sólo un marco, se prevé que las autoridades educativas de cada comunidad y centro recorten la oferta en función de sus posibilidades económicas y de la demanda. Es decir, la ley se articula para favorecer la reducción del gasto educativo.

Se considera también un punto absolutamente clave de la ley el hecho de que los centros se especializarán en función de los bachilleratos que deseen ofrecer. No se ofrecerán todos en todas partes.

Los representantes de las asociaciones Clásicas replicaron:

  1. Que eso generará una enorme dispersión de la oferta docente, en contradicción con lo señalado inicialmente por el Ministro en el sentido de simplificar la oferta y unificarla para todo el territorio nacional.
  2. Que hará muy difícil la adaptación de estudiantes que cambien de centro, pues habrán cursado cosas muy diferentes en el centro de origen a las que se ofrezcan en el nuevo centro.
  3. Que con esa previsión, de no unificarse los bachilleratos de Ciencias Sociales y Humanidades, la oferta de un bachillerato de Humanidades quedará reducida drásticamente a muy pocos centros, con la consiguiente desaparición de la oferta de Latín y Griego en el único ámbito en que se prevé que se ofrezca.
  4. Que la reducción de la oferta de bachilleratos conllevará un problema estrictamente laboral: ¿qué hacer con el profesorado que quede sin materias que impartir?

Ninguna de estas objeciones fue respondida de manera rotunda por el Vocal Asesor, que se limitó a señalar que, junto a la ley, se está elaborando un nuevo Estatuto del Profesorado, que será negociado con los sindicatos, en el que estará previsto la impartición de afines, pero siempre respetando los límites razonables de afinidad y la capacidad de cada profesor.

Sobre el aspecto capital de la unificación de los bachilleratos de Ciencias Sociales y Humanidades se le insistió no solo en su importancia para la supervivencia de las enseñanzas Clásicas, sino también el desequilibrio que se produce entre la oferta de Ciencias, con un único bachillerato en el que se unifican los anteriores de este ámbito, y la doble oferta, casi idéntica, de “letras”. También se le hizo ver lo poco económico que resulta duplicar una oferta casi igual con la única excepción ya mencionada de las Matemáticas Aplicadas frente al Latín. El Vocal Asesor no terminó por convencerse de la mejora económica que representaría la unificación y tampoco quedó satisfecho con que entre las troncales de un eventual bachillerato unificado de Ciencias Sociales y Humanidades pudiera quedar una opción limitada a las dos materias señaladas. De alguna manera “rompe” la presentación de cada bachillerato con unas materias troncales muy claras y fundamentales, sin opción ninguna.

En el aspecto concreto de la presencia del Griego y no del Latín entre las materias de opción en el bachillerato de Ciencias Sociales quedó claro que no era un error ni el producto de ninguna injerencia “malévola”, como se ha llegado a sugerir por parte de algunos colectivos, sino la forma de mantener la oferta de Griego también en el bachillerato de Ciencias Sociales, puesto que el Latín, como troncal de otro bachillerato, se podría cursar entre las materias de opción del resto de los bachilleratos. Sin embargo, este punto no quedó claro según la actual redacción del anteproyecto. Por ello se insistió en la necesidad de que el Latín figure entre las materias de opción del bachillerato de Ciencias Sociales, si este no se unifica con el de Humanidades.

Para concluir, preguntado por las previsiones de plazos legislativos, las previsiones del Ministerio son las siguientes:

  1. Se está a la espera del dictamen del Consejo de Estado, que se pronunciará sobre aspectos jurídicos y no de materias o configuración de la ley misma. Antes de este dictamen no habrá modificación ninguna del anteproyecto y, previsiblemente, después tampoco, salvo en lo que señale el Consejo de Estado. En estas condiciones se enviará el anteproyecto al Consejo de Ministros y, cuando éste lo apruebe, irá a las Cortes.
  2. En el proceso de discusión en las Cortes se prevé que puedan introducirse enmiendas por parte de los grupos parlamentarios, incluido el del PP, del que, efectivamente, se esperan. En el supuesto más optimista la ley podría aprobarse en las Cortes al final del presente período parlamentario, en julio, pero, previsiblemente, dados los plazos, no sucederá según los cálculos del Ministerio antes de septiembre u octubre del 2013.
  3. Una vez aprobada la ley, tienen que pasar 14 meses antes de su entrada en vigor, para permitir la promulgación de los decretos que la desarrollen, así como su adaptación a las comunidades autónomas. En consecuencia, en ningún caso puede entrar en vigor antes del curso 2015-2016.

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