In memoriam Carmelo Solano

15 Mar 2013

In memoriam Carmelo Solano

El pasado 24 de marzo falleció nuestro socio y amigo Carmelo Solano, colega y compañero de tantos viajes y actividades de la Sociedad. Era un humanista en toda la extensión e intensidad del término, sabio e interesado hasta el final por todo cuanto representara seguir aprendiendo y enseñando. Nació en Calahorra (La Rioja) en 1935. Estudió el Bachillerato en el INB “Quintiliano” de la misma ciudad. Comenzó sus estudios en la Universidad de Zaragoza, pero desde el segundo año pasó a Salamanca, donde se licenció en Filología Clásica en 1957. Su carrera docente ha sido prolongada y muy fructífera, por los alumnos a los que entusiasmó hacia el Mundo Clásico y por las muchas responsabilidades que asumió. Ganó las oposiciones de agregado de Griego de Bachillerato en 1963 y tuvo su primer destino en Valladolid. Después, pasó por Badalona (1970-1977, INB Eugenio D’Ors); Pozuelo de Alarcón (1977-1982, INB Gerardo Diego), donde fue director cinco años; Majadahonda (1982-1990, INB Leonardo da Vinci); Boadilla del Monte (1990-2004, INB Máximo Trueba). Se jubiló en el año 2004. A lo largo de toda su carrera compaginó las clases con múltiples intereses intelectuales, que le llevaron a preparar una tesis doctoral y a frecuentar todo tipo de actividades culturales, en particular relacionadas con el Mundo Clásico. Una vez jubilado, siguió aprendiendo y no dudó en emprender la tarea de estudiar lenguas como el griego moderno y el húngaro. Toda esa actividad profesional e intelectual la acumuló cubierta de una enorme humildad, sostenida por una bonhomía proverbial y siempre envuelta en un sentido del humor que nos hizo pasar a muchos ratos inolvidables en todos los rincones del Mediterráneo, a donde viajó con tantos de nosotros y siempre acompañado de Begoña, con la que formaba una pareja modélica. Me quedará para siempre una visita a las ruinas minoicas de Hagia Tríada, en Creta, evocando juntos el palacio de Alcínoo, en el país de los feacios, tal y como se describe en la Odisea, o, más recientemente, disfrutando con tantos amigos de un recorrido enológico y cultural por la Ribera del Duero. Los que lo conocimos sólo podernos sentirnos orgullosos de haberle tenido como amigo; fue un verdadero privilegio. La enseñanza del griego allá donde la ejerció, su magisterio personal con amigos y con sus hijos, su bondad y su humor son su principal legado; a través de él Carmelo seguirá siempre entre nosotros.

Jesús de la Villa

Relacionado

Temas

Compartir